Ahora Eres Ceniza...
(Para Aldo González Avendaño
Recordado ex alumno fallecido en Lima
En Noviembre 2011)
Fuiste amor profundo
Entre un hombre y una mujer un día
Fuiste el dolor y el trauma de un parto
Fuiste la felicidad de una nueva vida
Fuiste un primer llanto:
Ahora eres ceniza
Fuiste niñez inmadura
Juegos infantiles libros de cuentos
Fiestas de cumpleaños navidades y años nuevos
Regalos abiertos con ansiedad por pequeñas manos
Fuiste carcajadas inocentes:
Ahora eres ceniza
Fuiste textos serios de estudio
Fuiste alumno amigo y exámenes de fin de curso
Partidos muy “peleados” de baby fútbol en una cancha de concreto
En un colegio que mucho te quiso
Fuiste testosterona y adolescencia en abundancia
Fuiste amor correspondido y no correspondido
Sueños ilusiones y fiestas juveniles
Fuiste un primer beso apasionado
En la oscuridad de tus ojos cerrados:
Ahora eres ceniza
Fuiste ideales Cristianos altruistas
Profundas creencias sociales y políticas
(Creíste en un mundo mejor y diferente)
Fuiste revolución
Entrega total a una causa
Sacrificio personal:
Ahora eres ceniza
Fuiste emigrante
Ciudadano del mundo
Médico
Esposo
Padre
Compañero
En un país vecino:
Ahora eres ceniza
Fuiste un poco más de medio siglo de joven vida
Hasta que tu corazón
Cansado de tanto amar
Dejó de latir dentro de tu alma:
Ahora
Eres ceniza eterna:
Para siempre eres el inolvidable recuerdo de tu espíritu
Y tu contagiosa sonrisa
Para todos los que te conocimos
(Cuando eras un adolescente
Sonreías con todo el rostro
Especialmente con tus ojos almendrados):
¡Que tengas un buen viaje Aldo:
Dale nuestros saludos cariñosos a Dios
A “Rucho” a la señora Elena
A doña Laura al Padre Silvano
Y a todos los Sanmarquinos Celestiales
Diles que un día no muy lejano
Nos volveremos a juntar a intercambiar anécdotas
A compartir nuestras muertes!
2 comentarios:
Muy sentido homenaje, Eduardo.
No deja de ser conmovedor que después de tantos años, sigas estando presente en nuestra mente y en nuestros afectos.
Un abrazo.
Víctor Ramió.
Que duda cabe Victor, recordábamos con mi madre, Lucy ya de 83,anécdotas, personas, nos acordamos del padre Silvano... y apareció, tan presente como en esos años de niñez, con sus oscuros lentes y su voz grave y cariñosa, ambos teníamos la misma sensación al recordarlo a la distancia. Un afecto arraigado profundo en nuestros corazones. Sin duda Eduardo es de esas personas que dejó huella en generaciones de sanmarquinos, incluso para los que estuvimos sólo algunos años.
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